¿Cómo conservar el vino después de abrirlo?

El vino es delicioso y casi siempre cuando se abre una botella se acaba pero ¿qué hacer cuándo nos sobra un poquito y queremos conservarlo para el siguiente día?

En términos fáciles lo que causa que el vino pierda sus propiedades después de abierto es la exposición al oxígeno, por eso nunca debemos dejarlo destapado. Sin omitir que otros factores como la luz y los cambios de temperatura también afectan su aroma y sabor.

De hecho el sumiller Cesar Hernández del restaurante Audrey’s en Calpe, España, nos dice que el contacto del vino con el oxígeno por un tiempo prolongado puede transformarlo en vinagre, por lo que no te recomendamos tomarte ese vino abierto que tiene meses en tu alacena. 

Ahora bien, hay que aclarar que el vino se puede conservar pero no eternamente, si acaso unos días o unas semanas después de abierto, por ejemplo:

• Vinos espumosos: son los que más rápido se deterioran, su vida es corta de entre 24 y 36 horas, si están bien tapados.
• Vinos tintos jóvenes: duran alrededor de una semana porque se oxidan con mayor lentitud que el vino blanco, debido a que tienen más taninos. 
• Vinos blancos, tintos crianza y rosados: puede conservarse de 3 a 5 días.
• Vino tinto envejecido o ligero: durará aproximadamente 3 días porque tiene menos taninos.

Bueno, ya sabemos lo que no debemos hacer, pero ahora ¿cómo lo conservamos?

Según los expertos, para conservar cualquier vino abierto, sea blanco, rosado o tinto se debe hacer lo siguiente: 

1. Si sólo vas a beber dos copas de vino, evita exponerlo mucho tiempo al oxígeno. Te recomendamos que después de servirte la copa, no lo dejes en la mesa y mejor lo tapes con su propio corcho (o tapón especial para vino) e inmediatamente lo guardes en el refrigerador. El frío ralentizará su degradación. 
2. Nunca expongas la botella de vino abierta a los rayos del sol pues afectan su sabor, consérvalo en un lugar oscuro y fresco. La temperatura ideal es de 12 y 16 grados centígrados aunque puede variar siempre y cuando no supere los 22 grados.
3. Si queda poco vino en la botella, vacíalo a un frasco de vidrio más pequeño con tapa hermética para evitar la propagación del oxígeno en el contenedor. Recuerda que entre menos vino tenga la botella más oxígeno habrá.

Como pudiste leer, lo ideal es tenerlo en el refrigerador bien tapado y evitar la exposición a la luz, sin embargo, te sugerimos que no dejes pasar mucho tiempo antes de tomarlo de nuevo para que puedas aprovechar todas sus propiedades naturales.  

Por cierto, si lo guardas en la nevera, sácalo dos a tres horas antes de beberlo, notarás que retoma su cuerpo, sabor y olor.